Desde su lugar de nacimiento en olivares de variedad Picual cultivados en las laderas de colinas próximas a Segóbriga con una meteorología, orientación y suelo característicos, mediante métodos respetuosos con el medioambiente, pasando por una recogida de la aceituna de la rama, respetuosa con el olivo, sin sobreexplotarlo, trasladando con el máximo cuidado la aceituna hasta la almazara y exprimiendo inmediatamente la aceituna en frío, mediante medios mecánicos, para obtener el zumo de la aceituna, el aceite de oliva virgen extra, que aunque tenga un bajo rendimiento, sólo nos entrega el aceite de mayor calidad en sabor, aroma y propiedades nutricionales, una aceite de oliva virgen extra único, con muy bajo rendimiento y poca producción, con unos costes mucho más altos que la producciones comerciales convencionales, pero que no deja indiferente a nadie.
Es el secreto de la familia, el aceite de oliva virgen extra que se usaba en la casa y que se regalaba solo a los mejores amigos, siguiendo la tradición de los terratenientes romanos de la comarca de Segóbriga, un manjar que ahora podrán disfrutar sólo unos pocos, debido a su producción limitada.